jueves, 17 de mayo de 2018

Nuevas Bolsas de Empleo: La chapuza sin fin

El pasado 10 de mayo Correos hizo públicas las nuevas listas de empleo que entrarán en vigor a partir del 1 de junio, si todo marcha según lo previsto por la empresa, para realizar la contratación a partir de esa fecha. Estas nuevas bolsas sustituirán a las actuales en vigor que se han quedado absolutamente obsoletas y, en muchos casos, sin candidatos/as a los que recurrir. Algo que por cierto Correos ha aprovechado muy bien para hacer y deshacer a su antojo a la hora de buscar personal al que ofertarle un contrato.

Durante el supuesto proceso negociador de la normativa de las nuevas bolsas de empleo, llevada a cabo entre la empresa y los sindicatos firmantes, se han manejado conceptos que a nuestro entender ninguna organización sindical debiera validar: el no reconocimiento como mérito a valorar de toda la antigüedad laboral de los y las posibles candidato a figurar en las nuevas bolsas, lo cual ha dejado fuera de las mismas a un buen número de compañeros y compañeras que han trabajado a nuestro lado los últimos años; la exclusión de las mismas del personal fijo-discontinuo; el volver a imponer el sistema de rotación, a pesar del desastre de los últimos años porque es un sistema prácticamente incontrolable, o el triste mercadeo en torno a los cursillos de formación, nos parecen motivos más que suficientes para que ningún sindicato hubiera avalado una normativa con semejantes carencias.

Por si lo anterior no fuera suficiente, Correos está ahora en la fase de solicitar al personal seleccionado la documentación necesaria que justifique los méritos alegados. Entre esta documentación se encuentra también un certificado médico que acredite que los y las aspirantes no padecen patología o enfermedad que les impida desarrollar la actividad laboral y, para ello, Correos ha elaborado un modelo propio de certificado. Y aquí empiezan los líos porque no todos los médicos de cabecera de la sanidad pública están aceptando firmar ese impreso al no ser un modelo oficial y recoger consideraciones psíquicas para las que no tienen competencias. El problema es serio porque, de no presentarse toda la documentación, Correos puede llegar a excluir a estas personas de las listas. Algo que nos parece una barbaridad y una injusticia provocada por la propia empresa: si Correos quiere certificados médicos que organice, si es necesario, reconocimientos médicos con sus propios servicios médicos, con los de la mutua contratada o que negocie con la sanidad pública (en nuestro caso, con Osakidetza) cómo organizarlo. En cambio, la única solución que se da al personal de las nuevas bolsas de conseguir el susodicho certificado médico es que vayan a un médico particular y paguen el importe del mismo. Bonita forma de resolver un problema creado por la propia empresa y su improvisación continúa al abordar estos procesos.

Es de desear que el 1 de junio las nuevas bolsas empiecen a funcionar con normalidad y de manera rigurosa. No es buena noticia que se vuelva a usar la rotación como sistema de funcionamiento porque su utilización se ha demostrado prácticamente incontrolable. Esperemos que al menos esas nuevas bolsas de empleo sirvan para que la contratación de este verano no sea el desastre que se organizó el año pasado y en ello pondremos toda nuestra atención para evitar chanchullos y chapuzas a la hora de realizar la contratación.
  


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