miércoles, 4 de julio de 2018

Nueva convocatoria de ingreso del personal laboral fijo de Correos



E
l martes 26 de junio a las 13:00 h., nos encontramos con la convocatoria del examen para el ingreso de personal laboral fijo en Correos.

El plazo de inscripción establecido terminaba el 4 de julio. Este es un plazo claramente insuficiente, pero si además durante los dos primeros días, la página oficial de Correos para poder inscribirse estuvo inhabilitada, el plazo se convierte en ridículo. A última hora hemos visto como se ampliaba este plazo hasta el día cinco.

Tanto Correos como los sindicatos firmantes, se muestran satisfechos con esta convocatoria por lo que supone de creación de empleo y por la perspectiva de que gente nueva se incorpore a la empresa. Pero no parecen haberse preocupado por el futuro de otros colectivos que llevan años tirando del carro, y que con esta convocatoria, nuestra situación laboral queda en entredicho. Por ejemplo:

·      El personal fijo desplazado a otras provincias que lleva esperando el acercamiento a través de un concurso de traslados convocado en el 2015 y sin resolver a día de hoy.

·      El personal fijo discontinuo que continúa sin acceder a un puesto fijo (de forma continuada) y sin ninguna expectativa de mejora.

·      El personal fijo en puestos a tiempo parcial que se ven sin opción a mejorar su precaria situación laboral…

¿Por qué Correos no asigna todas las vacantes a tiempo completo que existen a través del Concurso de Traslados?

¿Por qué los sindicatos siempre-firmantes no exigen el cumplimiento de las bases del concurso de traslados y la asignación de estas vacantes?

En Esk llevamos una lucha permanente por la creación de empleo de calidad y nos parece necesaria la incorporación de nueva gente a las plantillas, muy mermadas en los últimos años, pero este proceso de consolidación no es precisamente el modelo de creación de empleo de calidad que nos gustaría.

Gran parte de los puestos de trabajo ofertados son puestos de trabajo en precario: de las 2295 plazas para el conjunto del estado, para Araba son 47 (5 a tiempo parcial y 42 a tiempo completo), para Bizkaia 19 (3 a tiempo parcial y 16 a tiempo completo), Gipuzkoa 22 (3 a tiempo parcial y 19 a tiempo completo), y en Nafarroa 25 (2 a tiempo parcial y 23 a tiempo completo). 

Por otro lado, para acceder a estos puestos, se utiliza una baremación en base a la puntuación obtenida en el examen y los méritos presentados, sobrevalorando la

titulación universitaria y los cursos realizados por los sindicatos firmantes, frente a la experiencia /antigüedad en Correos.

¿Quién sale beneficiado de todo este desaguisado?

Por una parte, Correos. Que consigue sin ruido y sin oposición, deshacerse del personal de más edad, con menos formación
académica, pero con más experiencia laboral en la empresa y que según sus cálculos, equivocados a nuestro entender, les puede suponer por su antigüedad, un coste mayor que las personas recién ingresadas. Correos

se equivoca al despreciar la experiencia laboral de este personal.

Y también se benefician ciertas organizaciones sindicales que practican el clientelismo, miran para otro lado y hacen negocio de la necesidad de tantas personas, a costa de las que se van quedando en el camino.

Este método de ingreso en Correos, es perverso, también porque no contempla los criterios de igualdad, mérito y capacidad para poder acceder a los puestos de trabajo.

No existe igualdad cuando no todo el personal de bolsas puede acceder a los cursos que da Correos, ya que es imprescindible para poder realizarlos, tener un contrato en vigor y no estar en situación de IT. Existe clientelismo cuando por la mediación de ciertos sindicatos, para realizar estos cursos, ni siquiera es necesario pertenecer a las bolsas de empleo y el único requisito es pagar lo que pidan para poder hacerlos y así entrar en el cupo que estas organizaciones establezcan.

Se establece una cruel discriminación cuando para acceder a un puesto de trabajo en Correos se valora la titulación universitaria (indistintamente del contenido) injustificada para los puestos a desempeñar frente a la antigüedad de personas que llevan muchos años trabajando.

Y la capacidad se demuestra con el trabajo realizado, cosa que Correos desvalora apostando por personas sin experiencia.

Y todo esto podría haberse evitado, con la utilización de un proceso de acceso y promoción razonable, equitativo, y justo, en el que primero se resuelven las necesidades con personas que ya están trabajando y las plazas vacantes se ofertan a nuevo ingreso valorando equitativamente la antigüedad, formación y el resultado de las pruebas a realizar.

Pero lo que mal empieza generalmente mal acaba. Partimos de un concurso de traslados sin resolver en tres años; de unas bolsas de trabajo que nacen agotadas desde el principio y siguen permitiendo el dedo en la contratación, una consolidación de empleo, la del 2015, en la que se ofertan plazas previamente demandadas por la plantilla de la empresa.

Y mucho nos tememos que en el proceso de consolidación de empleo de 2016 en el que se repiten los mismos comportamientos de connivencia entre Correos y sus sindicatos, se ahonde aún más en la división de la plantilla.

Pero aún están a tiempo de mejorar un poco las cosas dando solución al concurso de traslados y al personal fijo discontinuo (por lo menos).

                                           
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