
Ante esta
situación (y los problemas que se pueden derivar de ella) debiera existir un protocolo
de actuación unificado para que todos/as supiéramos a qué
atenernos. Como no existe (o a este sindicato no se lo han entregado),
situaciones como éstas dan lugar a distintas interpretaciones y actuaciones de
los responsables de las unidades afectadas. Al final, dar la orden de que el
personal de reparto salga a la calle es relativamente fácil, pero ¿quién asume
las consecuencias de lo que pueda ocurrir?
En condiciones
como las que se ven en la foto, no parece muy razonable mantener al personal
durante varias horas en la calle, sin el material apropiado y con el grave
riesgo de que pueda ocurrir un accidente si además, para llegar a tu zona de
reparto, tienes que desplazarte, tanto a la ida como a la vuelta, en un
vehículo. Y todo ello para repartir un puñado de notificaciones que,
seguramente, no urge repartir.
Correos es, a
través de sus mandos y responsables de unidad, la encargada de organizar las
labores diarias en los centros de trabajo. Eso no lo vamos a discutir. Pero
también es, y no lo debe olvidar, la encargada de velar por la integridad
física de sus trabajadores y trabajadoras en su jornada laboral. Algo que a
veces parece no tenerse muy en cuenta al dar determinadas instrucciones y
órdenes.
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