Desde Esk siempre hemos creído que en toda negociación, la lucha de las
trabajadoras y trabajadores es el camino para conseguir mejoras en
nuestras condiciones laborales. Ahora bien, no nos cansamos de repetir
que para el éxito de cualquier movilización han de darse unas
condiciones mínimas de unidad y participación entre sindicatos y
plantilla. Estos mínimos, a nuestro entender, serían:
Sobre el resto de condiciones nuestra valoración es la siguiente:
Los objetivos de la huelga: los objetivos a alcanzar con estas movilizaciones no han sido explicados claramente ni a la plantilla ni al resto de los sindicatos que también tenemos representación en Correos. Los cuatro sindicatos convocantes no tienen una plataforma común definida que les comprometa públicamente a mantener la lucha hasta la consecución de esos fines. Tampoco hay un compromiso de consultar a las trabajadoras y trabajadores antes de la firma de ningún acuerdo. Por poner un ejemplo: el punto de la ultraactividad es crucial y debería de ser innegociable. ¿Sabemos dónde tienen puestas las líneas rojas cada uno de los sindicatos firmantes?
El trabajo de los sindicatos convocantes para buscar la unidad sindical que reclama la plantilla es otro factor a valorar. A mayor unidad sindical, mayor apoyo tendrían las movilizaciones. En este campo, los convocantes se merecen un suspenso. El resto de sindicatos con representación en Correos hemos tenido conocimiento de la convocatoria cuando ésta se ha publicado en las redes y a través de los tablones de anuncios. Lo más grave es que tampoco este trabajo de consulta se ha hecho con el resto de la plantilla.
Ante esta coyuntura, desde Esk entendemos que deben ser las asambleas de trabajadores y trabajadoras en los centros de trabajo quienes decidan si deben participar o no en estas convocatorias.
- Tener unos objetivos comunes claros en torno a una plataforma unitaria.
- Búsqueda de la mayor unidad sindical posible.
- Plantear un calendario de movilizaciones estratégico.
- La participación de la plantilla en todo el proceso.
Sobre el resto de condiciones nuestra valoración es la siguiente:
Los objetivos de la huelga: los objetivos a alcanzar con estas movilizaciones no han sido explicados claramente ni a la plantilla ni al resto de los sindicatos que también tenemos representación en Correos. Los cuatro sindicatos convocantes no tienen una plataforma común definida que les comprometa públicamente a mantener la lucha hasta la consecución de esos fines. Tampoco hay un compromiso de consultar a las trabajadoras y trabajadores antes de la firma de ningún acuerdo. Por poner un ejemplo: el punto de la ultraactividad es crucial y debería de ser innegociable. ¿Sabemos dónde tienen puestas las líneas rojas cada uno de los sindicatos firmantes?
El trabajo de los sindicatos convocantes para buscar la unidad sindical que reclama la plantilla es otro factor a valorar. A mayor unidad sindical, mayor apoyo tendrían las movilizaciones. En este campo, los convocantes se merecen un suspenso. El resto de sindicatos con representación en Correos hemos tenido conocimiento de la convocatoria cuando ésta se ha publicado en las redes y a través de los tablones de anuncios. Lo más grave es que tampoco este trabajo de consulta se ha hecho con el resto de la plantilla.
Ante esta coyuntura, desde Esk entendemos que deben ser las asambleas de trabajadores y trabajadoras en los centros de trabajo quienes decidan si deben participar o no en estas convocatorias.
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