sábado, 27 de noviembre de 2010

El Proyecto de Ley Postal, en el trámite del Senado. La mayoría sindical presenta enmiendas para salvaguardar el correo público



El 26 de noviembre finalizó el plazo de presentación de enmiendas al Proyecto de Ley en el


Senado, donde, pese a las afirmaciones de algunos sindicatos que lo daban por cerrado, continúa el

trámite parlamentario y al que le quedaría solamente la ratificación nuevamente en el Congreso,

probablemente a mediados o finales de diciembre. En la fase actual, la mayoría sindical ha vuelto

a presentar enmiendas para seguir intentando salvaguardar los intereses del Servicio Público

Postal. Lo que está resultando evidente es que, en el actual contexto político y económico, se está

convirtiendo en un trámite parlamentario de consecuencias imprevisibles y está poniendo de

manifiesto los apoyos que el Gobierno ha necesitado para remitir la Ley al Senado (que, con

diferentes matices, coinciden con los que le han resultado necesarios para reformas tan antisociales

como la reforma laboral, la de las pensiones o para aprobar los Presupuestos Generales del Estado).

Desde la Mayoría Sindical hemos venido advirtiendo de que la Reforma Postal del Gobierno entraba

“tocada” en el Parlamento por no haberse consensuado ni hablado ni con sindicatos ni con

grupos políticos, pero que podía salir “hundida” por el efecto de una geometría parlamentaria más

variable que nunca. Porque la Ley Postal está sirviendo de moneda de cambio político, con apoyos

parlamentarios “geométricos” que nada tienen que ver con el futuro de Correos y sí con la

aprobación de los PGE más antisociales de la democracia, con el trasvase de competencias

autonómicas y, además, con intereses partidistas y empresariales de por medio.

Sólo así es posible entender el resultado del debate que, el pasado 10 de noviembre, trasladó de la

Comisión de Fomento del Congreso al Senado un proyecto de Ley Postal claramente más negativo

que el que entró en el Parlamento. Y todo ello por las siguientes razones:

Porque las enmiendas aprobadas empeoran notablemente la Ley

Además de confirmar lo que hemos venido denunciando (un Servicio Postal Universal por

debajo de la Directiva, la futura fragmentación en diferentes empresas del SPU por territorios o

servicios, la falta de compromiso de financiación por parte del Estado, el acceso del resto de

operadores a nuestra red o la falta de regulación de condiciones laborales y salariales mínimas en

el sector), el trámite del Congreso ha supuesto:

La cesión de la admisión y entrega de escritos a la Administración y notificaciones

a los operadores privados

La rebaja al resto de operadores de la contribución al fondo de financiación (del 1,5 al

0,5%) y la obligación expresa a Correos para que también pague

Restricciones en la política de precios y en la no exención del IVA para Correos en

la mayoría de la facturación (vía PGE).

Ampliación del acceso a la red (a todos los servicios además de a las

infraestructuras), ponderación del “coste evitado” en las tarifas de acceso,

obligación a Correos de que ponga las mismas condiciones de acceso a la red a

sus filiales y empresas participadas que a cualquier otro operador…

El Proyecto de Ley Postal, en el trámite del Senado

La mayoría sindical presenta

enmiendas para salvaguardar el

Correo Público

Porque el debate y la Ley salieron de la Comisión de Fomento con un precario margen de

consenso: 21 votos a favor, 1 en contra y 16 abstenciones, por cuatro votos y con el apoyo

casi exclusivo de Grupos Políticos que tienen detrás operadores postales privados de referencia

en su ámbito territorial

Y porque si faltaba alguna pieza para encajar el puzzle completo (y algunos apoyos se entenderán

así más claramente) este “varapalo” al futuro del servicio postal público se hace a cambio

de la presencia de las organizaciones sindicales de ámbito autonómico en el Consejo

Superior Postal (enmienda presentada a través del BNG) o a cambio de la incorporación del

PNV en la Comisión Nacional del Sector Postal; es decir, a cambio de mayor cuota de poder

sindical en los órganos institucionales consultivos y de mayor cuota de poder político en el

regulador postal “¿independiente?”.

No cabe duda de que las movilizaciones promovidas por la Mayoría Sindical están consiguiendo

sacar a la luz un debate que el Gobierno pretendía pasar por la puerta de atrás y están consiguiendo

apuntalar una parte (aunque clarísimamente insuficiente) de las propuestas de la Mayoría Sindical:

la designación de Correos como prestador del SPU durante 15 años (aunque, como anunciábamos,

revisable cada cinco años y colgada de la voluntad de lo que hagan los futuros Gobiernos, el primero tras

las Elecciones Generales de 2012), garantías para el servicio en el ámbito rural (aunque la propia ley se

encarga de ponerle excepciones), la incorporación de la entrega como parte del circuito postal o la

eliminación del recargo del 2% adicional del precio a los usuarios (aunque será Correos quien tendrá que

aportar parte de ese 2%).

Pero lo que no puede ocultarse es que la Ley sale del Congreso y entra en el Senado con un precario

equilibrio político, con el completo rechazo de la Mayoría Sindical, con unos contenidos

indudablemente más negativos que el Gobierno (y quienes avalan su reforma) han tenido que ceder a

cambio de apoyos externos al ámbito postal, y que sienta las bases, por primera vez en la historia

postal, para el despiece territorial en diferentes empresas del Correo público.

La movilización iniciada en marzo pasado por la Mayoría Sindical, con los recientes paros parciales

del 18N, está sirviendo para hacer visible el conflicto ante la ciudadanía, para mantener

tensionado al colectivo de trabajadores de Correos, para obstaculizar el total desmantelamiento

del Servicio Público Postal; y debe servir, también, para condicionar lo que queda de trámite

parlamentario y para desbloquear un Convenio y un Acuerdo que la empresa nos debe desde hace

dos años.

En consecuencia, la Mayoría Sindical hemos vuelto a presentar en el Senado las enmiendas que no

fueron aceptadas en el Congreso más otras que eliminen las cuestiones que han empeorado en la

Comisión de Fomento. Dichas enmiendas serán reforzadas con movilizaciones y actos públicos

de la Mayoría Sindical que daremos a conocer en los próximos días.

No podemos terminar sin advertir al resto de sindicatos (aquellos que dicen haber optado por el

“diálogo” y la “responsabilidad”, ya vemos con qué frutos) y al colectivo que, quede como quede

la Ley Postal, hay mucha pelea por delante. Por una parte, en el desarrollo de la propia ley (Plan de

Prestación, contrato regulador, reglamento de servicios postales...) y en las consecuencias que esta

reconversión va a tener para Correos. Por otra, el inadmisible bloqueo de dos años de la Negociación

Colectiva.

Ambos frentes van a requerir que presionemos y nos movilicemos para condicionar un contexto que, lo

miremos por donde lo miremos, pinta mal para el mundo del trabajo, y ante el que no podemos ni vamos

a ser indiferentes.


COMUNICADO PARA TABLONES DE ANUNCIOS

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