Con la idea de abrir un proceso de negociación para la apertura de unas nuevas bolsas de empleo y después de 6 años desde las últimas de 2011, Correos ha convocado para el viernes
8 de septiembre a la Mesa de Empleo Central.
En estos 6 años, debido a la incapacidad de negociar otras mejores, hemos sufrido los efectos negativos que contenían de partida las bolsas de 2011: rotación sistematizada, precarización, exceso de contratación por idoneidad, etc. Y otros nuevos que han surgido después: contratos parciales para todos los puestos de trabajo, contratos de tarde, el cambio de la denominación de algunos contratos de interinidad que pasaron a ser eventuales...
Para que la historia no se repita, es el momento de que los sindicatos llamados a estar en esta mesa (únicamente son llamados los firmantes del convenio), se planteen una negociación seria y responsable. Para empezar, deberían contar con el resto de organizaciones que tenemos representación en nuestros ámbitos y con el personal de Correos. Esk está abierto a toda colaboración. Solo así, con propuestas comunes aceptadas por plantilla y sindicatos, se conseguiría la fuerza suficiente para poder forzar a Correos a la aceptación de unas bolsas de empleo que favorezcan los intereses de las y los trabajadores, desterrando las actuales, que sólo obedecen a los intereses de la empresa y de LA SEPI, propiciando “el dedo”, la precariedad y la indefensión del personal eventual.
Es el momento también, de defender, no solo con palabras sino con hechos, que Correos es una empresa pública y que sus trabajadores y trabajadoras somos empleados públicos al servicio de la ciudadanía. Y qué para entrar en cualquier empresa pública financiada con dinero público, hay que tener en cuenta los criterios de IGUALDAD DE OPORTUNIDADES y la VALORACIÓN DE LOS SERVICIOS PRESTADOS.
En opinión de ESK por todo lo dicho, estas nuevas bolsas de empleo deberían regirse por normas claras y transparentes, donde no intervenga la rotación sistemática y prevalezca la antigüedad como sistema de prelación; sin los números clausus que han provocado que en las últimas ocasiones las bolsas nacieran agotadas. Unas normas tendentes a reducir la precariedad al máximo y propiciar la creación de empleo de la mayor calidad posible.
Sería una lástima perder esta oportunidad siguiendo el camino ya transitado en otras ocasiones de procesos oscuros de negociación, en los que no se explora la unidad sindical y en los que no se tiene en cuenta a la plantilla. Estos caminos siempre nos han llevado a acuerdos continuistas que apenas mejoraban lo anterior, cuando no lo empeoraban.
Seguramente, tras la reunión del día 8, podremos intuir cuál es el camino por el que va a discurrir esta negociación. Seguiremos informando y animando a que se tome el correcto:
LA UNIDAD SINDICAL, LA PARTICIPACIÓN Y LA LUCHA.
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