No obstante, si este proceso se desarrolla como en anteriores ocasiones incumpliendo calendarios y no sacando para su adjudicación todas las vacantes existentes, mucho nos tememos que la mayoría de personas que vayan a participar en él, quedaran nuevamente defraudadas. Además en esta ocasión como novedad con respecto a anteriores convocatorias, en cuanto a la puntuación de los méritos, aparecen los cursos de formación, con lo que ello acarrea a la hora de poder acceder a alguna plaza. Nos parece muy injusto que personas que llevan desplazadas un montón de años o el personal fijo-discontinuo que lleva tanto tiempo intentando conseguir una plaza definitiva vean ahora comprometida esa posibilidad por tener superado un cursillo de formación. Lo cual nos lleva a desconfiar aún más sobre el grado de transparencia y fiabilidad del proceso. Si los sindicatos que deberían dedicarse a presionar para que salgan todas las vacantes a concurso y velar por la transparencia y la igualdad de oportunidades van a poder conceder puntuación a sus afiliados y afiliadas a través de la formación, el asunto nos parece sumamente grave.
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