Ante la grave situación sanitaria que estamos viviendo, las secciones sindicales de Esk en Correos queremos manifestar lo siguiente:
- Que el pasado viernes, 13 de marzo, el gobierno vasco declaró la emergencia sanitaria en toda la CAV.
- Que el sábado 14 de marzo el gobierno central decretó el estado de alerta mediante el Real Decreto 463/2020.
- Que en ambos casos se restringe el libre movimiento a las personas y se limita la actividad económica. Lo que no se aclara en ninguna de las dos declaraciones es la situación en la que quedamos la inmensa mayoría de los y las trabajadores, y en particular los de Correos.
- Que como empleados y empleadas públicas que somos (detalle que en muchas ocasiones la SEPI y la dirección de Correos olvidan) debemos prestar un servicio a la ciudadanía.
- Que el límite a la prestación de este servicio debe ubicarse en las situaciones de riesgo para nuestra salud e integridad física.
- Que en la actual situación de alarma sanitaria, la dirección de Correos no ha movido ficha, más allá de las buenas palabras, para proteger de los efectos del virus a su plantilla.
- Que si el lunes 16 de marzo cuando nos incorporemos a nuestros puestos de trabajo la empresa no nos dota de unas medidas de seguridad e higiene para protegernos del contagio y la transmisión del virus, NO REALICEMOS NINGUNA ACTIVIDAD LABORAL QUE PONGA EN PELIGRO NUESTRA SALUD.
- Que en la situación actual, la salud de los y las trabajadoras de Correos debe ponerse por encima de criterios puramente economicistas. De esta forma la dirección de la empresa debiera empezar a valorar la posibilidad de prestar únicamente los servicios más esenciales para los y las ciudadanas.
- Que ante situaciones de órdenes o imposiciones en los centros de trabajo que puedan ser perjudiciales para la salud de la plantilla, os pedimos que os pongáis en contacto con las secciones sindicales, con vistas a su posible denuncia.
Pensamos que la situación que atravesamos es lo suficientemente grave y que la dirección de Correos debe velar por la salud de su plantilla, adaptando su actividad a lo estrictamente imprescindible, poniendo las medidas necesarias para que nuestro trabajo no se convierta en una actividad de riesgo para nuestra salud y posibilitando en los casos que sea necesario la conciliación de la vida laboral y familiar de la plantilla.
- Que el pasado viernes, 13 de marzo, el gobierno vasco declaró la emergencia sanitaria en toda la CAV.
- Que el sábado 14 de marzo el gobierno central decretó el estado de alerta mediante el Real Decreto 463/2020.
- Que en ambos casos se restringe el libre movimiento a las personas y se limita la actividad económica. Lo que no se aclara en ninguna de las dos declaraciones es la situación en la que quedamos la inmensa mayoría de los y las trabajadores, y en particular los de Correos.
- Que como empleados y empleadas públicas que somos (detalle que en muchas ocasiones la SEPI y la dirección de Correos olvidan) debemos prestar un servicio a la ciudadanía.
- Que el límite a la prestación de este servicio debe ubicarse en las situaciones de riesgo para nuestra salud e integridad física.
- Que en la actual situación de alarma sanitaria, la dirección de Correos no ha movido ficha, más allá de las buenas palabras, para proteger de los efectos del virus a su plantilla.
- Que si el lunes 16 de marzo cuando nos incorporemos a nuestros puestos de trabajo la empresa no nos dota de unas medidas de seguridad e higiene para protegernos del contagio y la transmisión del virus, NO REALICEMOS NINGUNA ACTIVIDAD LABORAL QUE PONGA EN PELIGRO NUESTRA SALUD.
- Que en la situación actual, la salud de los y las trabajadoras de Correos debe ponerse por encima de criterios puramente economicistas. De esta forma la dirección de la empresa debiera empezar a valorar la posibilidad de prestar únicamente los servicios más esenciales para los y las ciudadanas.
- Que ante situaciones de órdenes o imposiciones en los centros de trabajo que puedan ser perjudiciales para la salud de la plantilla, os pedimos que os pongáis en contacto con las secciones sindicales, con vistas a su posible denuncia.
Pensamos que la situación que atravesamos es lo suficientemente grave y que la dirección de Correos debe velar por la salud de su plantilla, adaptando su actividad a lo estrictamente imprescindible, poniendo las medidas necesarias para que nuestro trabajo no se convierta en una actividad de riesgo para nuestra salud y posibilitando en los casos que sea necesario la conciliación de la vida laboral y familiar de la plantilla.
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