Aunque pueda parecer increíble, una vez más llegamos a finales de año y nos encontramos en los centros de trabajo de Correos con el mes de diciembre y la campaña navideña, aderezada esta vez con el tsunami de paquetería. Como era de imaginar, tanto la campaña navideña como la “sorpresiva” ola de paquetes ha pillado desprevenida a la Dirección de Correos. La consecuencia de tanta improvisación es el caos generalizado y el sálvase quien pueda que se está promocionando desde la empresa.
Las circunstancias en las que se trabaja en Correos a lo largo del año van empeorando a pasos agigantados: la empresa sigue con su política de reestructuraciones, dimensionamientos, ajustes de personal, disminución de la contratación, recargos y, en general, reducción del gasto en personal, con lo que ello supone de deterioro en las condiciones laborales y en la calidad del servicio que se presta por falta de plantilla.
En esas condiciones hemos llegado a final de año y sorpresa, nos hemos dado de bruces con la campaña de navidad y la entrada masiva de paquetería. Y aunque es cierto que la empresa, obligada por las circunstancias, ha realizado algo de contratación la realidad demuestra que la misma ha sido insuficiente y tardía. Lo que demanda la situación ya no es sólo la cobertura de todos los puestos sino que empieza a ser necesario reforzar las unidades para poder dar salida a tanta correspondencia.
Hasta ahora las propuestas y la actuación de la empresa han dejado mucho que desear. A pesar de reconocer la gran carga de trabajo existente, la falta de plantilla y los recargos no han desaparecido: lo pasan mal en los centros de clasificación, no dan abasto en las carterías y las colas en las oficinas son interminables. Y la solución final que se les ha ocurrido para paliar el desbarajuste que ellos mismos han creado es ofertar la realización de horas extras. O sea: no hay dinero para aumentar la contratación o para pasar a jornada completa la gran cantidad de contratos a tiempo parcial pero si hay para fomentar la inmoralidad de la realización de horas extras.
Ante lo que se nos viene encima pensamos que es hora de decir basta ante tanto despropósito e imposición por parte de Correos. Somos partidarios de que los aumentos en las cargas de trabajo den lugar a la creación de empleo en condiciones y con derechos. Y seguimos teniendo muy claro que es inaceptable tratar de solucionar este desaguisado con la realización de horas extras. Por eso, exigimos a Correos que se acabe con la política de recortes y recargos y que se dote de una plantilla suficiente a todas las unidades para realizar el trabajo en condiciones y prestando un servicio público postal de calidad.
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